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Despidos y represión: la perversidad de un gobierno que golpea y no escucha (VIDEO)

  • Foto del escritor: Nahuel Hidalgo
    Nahuel Hidalgo
  • 30 oct 2024
  • 2 Min. de lectura

La reciente represión a la marcha de trabajadores de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) este martes 29 de octubre refleja un panorama doloroso para aquellos que han perdido sus empleos y se encuentran, junto a sus familias, atrapados en la difícil realidad económica de nuestro país. En el marco de un paro de 36 horas, la manifestación comenzó en el Obelisco y avanzó hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, liderado por Federico Sturzenegger. Su objetivo era claro: demandar la reapertura de la negociación paritaria y rechazar los despidos masivos en el sector público. Sin embargo, en lugar de respuestas, los manifestantes fueron recibidos con represión.




La gestión de Javier Milei ha adoptado una postura recurrente de frenar las manifestaciones con un despliegue policial que, en esta ocasión, incluyó palos y escudos para desalentar las demandas de los trabajadores. Los videos que circularon en redes sociales muestran la tensión que vivió la movilización, con efectivos bloqueando el avance de la marcha bajo el llamado “protocolo antipiquete”, mientras trabajadores y sus representantes intentaban resistir.


Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional, dejó claro su mensaje de rechazo a estas políticas. En medio de la marcha, Aguiar exclamó: “Bullrich que nos venga a sacar, mirá la veredita, mirá la veredita Milei”, visibilizando el hartazgo de aquellos que, con salarios cada vez más erosionados, intentan sobrevivir en un contexto donde la inflación y la falta de respuestas políticas asfixian sus hogares.


Los reclamos de ATE no son caprichosos. Desde el sindicato denuncian que los trabajadores estatales han perdido más del 34% de su poder adquisitivo bajo la gestión de Javier Milei y alertan sobre el congelamiento de salarios para lo que resta del año. Ante este escenario, los despidos en el sector público suman una presión más sobre familias que ya no llegan a fin de mes, sobre todo en aquellos hogares donde se depende de un solo ingreso.


“El Estado está siendo usurpado por grandes grupos empresarios. Nos echan como perros y destruyen nuestros salarios. ¿Cuándo van a parar si no paramos ahora?”, dijo Aguiar, quien, además, señaló la necesidad de movilizarse como única vía para frenar las políticas de ajuste que afectan, principalmente, a quienes tienen menos recursos. La protesta también exige el cese de los despidos y la reincorporación de todos aquellos injustamente cesanteados.


La represión no soluciona los problemas. Silenciar a los trabajadores es ignorar una crisis que, lejos de ceder, crece y nos acerca cada vez más al abismo de una paz social rota. Las voces de estos trabajadores y de sus familias deben ser escuchadas, y el gobierno debe asumir la responsabilidad de encontrar una salida justa a esta crisis laboral y económica que no haga recaer sobre los trabajadores los costos de un modelo insensible a sus necesidades.



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