Aumento del 150% en el precio del DNI y pasaporte, otro golpe al bolsillo
- Redacción
- 28 feb
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El Gobierno de Javier Milei ha vuelto a golpear el bolsillo de los argentinos con un ajuste en los costos de los trámites del Documento Nacional de Identidad (DNI) y el pasaporte. A partir del 1 de marzo, los ciudadanos deberán afrontar nuevos precios que reflejan aumentos de hasta el 150%.

A continuación, los nuevos costos de los trámites:
Nuevos precios del DNI:
DNI regular: $7.500
DNI exprés: $11.000
DNI en 24 horas: $22.000
DNI al instante (en oficinas habilitadas): $33.000
DNI para extranjeros: $14.000
El DNI para recién nacidos (0 a 6 meses) sigue sin costo.
Nuevos precios del Pasaporte:
Pasaporte ordinario (entrega regular): $70.000
Pasaporte exprés: $80.000
Pasaporte de resolución inmediata: $180.000
Pasaporte excepcional para extranjeros: $70.000
Documento de viaje para personas apátridas o refugiadas: $70.000
Este ajuste, anunciado por la Jefatura de Gabinete de Ministros, responde a un proceso de modernización y actualización de tarifas de los servicios brindados por el Registro Nacional de las Personas (RENAPER). Sin embargo, no ha tardado en generar descontento entre los ciudadanos, que ven cómo estos aumentos se suman a la creciente presión económica en un contexto de alta inflación.
Lo que resulta aún más paradójico es que, mientras el Estado aumenta de manera desmesurada los precios de los trámites fundamentales para los ciudadanos, los empleados estatales han recibido aumentos salariales irrisorios. En enero obtuvieron un 1,5% y en febrero solo 1,2%. Esta diferencia abismal entre los aumentos de precios y los salarios refleja un desajuste claro en la política económica del gobierno, dejando a muchos trabajadores del sector público con salarios que no logran siquiera cubrir el costo de vida básico.
El ajuste en los costos de los trámites se realiza en un contexto de inflación galopante y deterioro del poder adquisitivo. Para muchos, estos incrementos representan un nuevo obstáculo a superar en su día a día, sobre todo en un país donde cada vez más personas luchan por llegar a fin de mes.
El Gobierno defiende la medida argumentando que la actualización de las tarifas es necesaria para poder sostener el funcionamiento de los servicios y la implementación de nuevas tecnologías, como la validación de identidad digital, pero las críticas no se hacen esperar. Muchos sectores políticos y sociales consideran que este ajuste solo profundiza las desigualdades y sigue recargando el peso de la crisis económica sobre las clases bajas y medias.
A partir del 1 de marzo, los argentinos tendrán que decidir si asumen estos nuevos costos o buscan alternativas en un contexto de creciente incertidumbre económica.
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