Argentimba: la revolución libertaria al ritmo de la bicicleta financiera
- Redacción
- 8 abr
- 3 Min. de lectura
Mientras algunos sueñan con la industrialización y otros con llegar a fin de mes sin vender un riñón, la Argentina de Javier Milei decidió apostar por un modelo económico tan moderno como confuso. Bienvenidos a "Argentimba", un país donde la libertad es la de mercado, la soberanía la define el FMI y la anarquía... bueno, eso nadie lo tiene claro, ni siquiera Milei.

Capítulo I: El regreso del Caputo verso
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero Luis "Toto" Caputo está dispuesto a romper con esa regla... para peor. Ya nos había visitado como Ministro de Finanzas de Macri en 2015, donde hizo magia: desapareció millones dólares, multiplicó la deuda y nos dejó una estampita del FMI en la billetera. Ahora volvió versión 2023, como Ministro de Economía de Milei, y no decepciona: sigue el mismo truco, pero con menos disimulo.
¿Y Milei qué decía antes? Te lo refrescamos:
🎙️ “Caputo se fumó 15 mil millones de dólares en reservas”🎙️ “Fue responsable de llevarnos al FMI”🎙️ “No quiero a nadie del gobierno de Macri en mi equipo”
Fast forward a 2024: Caputo no solo está adentro, sino que Milei lo llama “el mejor ministro de Economía de la historia argentina”. Spoiler: si este es el mejor, no queremos imaginar al peor.
Capítulo II: Mercados de capitales para niñes
Imaginá que tenés una caja de lápices de colores. El Estado te pide prestado uno y te promete devolvértelo con una galletita extra. Pero como nunca te devuelve nada, te sigue pidiendo lápices y te promete cada vez más galletitas. Un día te dice: “no hay más lápices ni galletas, llamá al FMI”.
Eso, amiguito, es el mercado de capitales a la argentina. En vez de usar los lápices para dibujar fábricas, escuelas o trenes, los usamos para... seguir pidiendo más lápices. Bienvenidos a la economía basada en la bicicleta financiera: pedaleás, pedaleás, pero no avanzás nunca. A veces te caés. Y otras veces... te pasa el FMI por arriba.
Capítulo III: Industrialización, ese viejo amor
En muchos países, la industrialización fue la base para el desarrollo. Acá, la base son las Leliqs, los bonos, y que BlackRock nos mire con cariño. Mientras tanto, las fábricas cierran, los emprendedores sufren y la economía real se transforma en una app que te dice cuánto subió el dólar blue.
Porque invertir en máquinas no da tantas ganancias como apostar a que el dólar sube. Y como en un casino, algunos ganan mucho, la mayoría pierde y todos aplauden al croupier... que se llama Caputo.
Capítulo IV: Milei, el anarca confundido
Nuestro presidente se define como anarquista, aunque lo suyo es más bien anarcocapitalismo. ¿Cuál es la diferencia?
Anarquismo: “Afuera el Estado, vivamos en cooperativas, ayudémonos entre todos”.
Anarcocapitalismo: “Afuera el Estado, vivamos en un supermercado sin leyes donde el que tiene plata es el rey y el que no... que se joda”.
Milei dice odiar al Estado, pero usa la fuerza del Estado para garantizarle ganancias a bancos y fondos buitres. Dice amar la libertad, pero se pelea con todos los que disienten. Dice ser el león, pero a veces parece más bien el gato de Wall Street.
De la patria al casino
Argentina hoy no se industrializa, no invierte, no produce. Apuesta. Es la Argentimba, la república donde todo es volatil, menos los intereses que pagan los pobres para enriquecer a los ricos.
Y como en todo buen juego de azar, la casa nunca pierde.
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